La historia de nuestras albóndigas y filetes rusos comienza con la selección y mezcla de carnes de la mayor calidad: roja blanca y rosada. Tres diferentes pero exquisitas sabores que hacen que nuestras albóndigas o filetes rusos, no envidien a un rico filete. Al igual que se hacen en casa, las echamos: leche, huevo, pan, cebollita frita, jerez, nuestra mezcla de carnes y nuestro toquecito de especies. Nuestra intención es que el ama de casa pueda hacer unas albóndigas con la máxima calidad, en muy poco tiempo ( y sin ningún esfuerzo) y con el mínimo trabajo.
Para los filetes rusos empleamos la misma receta con la diferencia de su forma y de que las pasamos por huevo y pan rallado.